domingo, 9 de diciembre de 2012

EL MAIZAL DE AL LADO

Es muy común y propio de la naturaleza humana ver que el jardín, la fachada de la casa o los árboles del canchón del vecino están mejores que los de uno, por lo menos a simple vista. Con un poco de envidia y provocado por el desafío, uno tiende a verlo así, aunque no lo comente, pues admitirlo sería aún más duro que solo constatarlo y sería, más o menos, como volver a ser derrotado.

Tal vez si se hicieran mediciones objetivas de lo que uno ve el resultado sería distinto, inclusive contrario a lo que uno ve pero, ni modo, uno lo ve, y lo que uno ve es lo que vale, lo que se ve se anota, aunque a uno no le guste nada reconocerlo.

A algunos la constatación les provoca de inmediato la idea de destruir aunque fuera mentalmente el éxito del vecino, a otros le provoca la idea de imitarlo y a muchos, el desafío de superarlo, pero nadie queda indiferente.

No sé si a usted le ha pasado o no, pero es muy frecuente que uno vea siempre que el chaco del vecino es mejor que el propio…El maizal de al lado– ese que se ve mejor que el de uno, ese que uno ve hasta con más de cuatro choclos o mazorcas bien formadas por planta, al que el gusano no ha tocado, que tiene la caña firme, hojas bien verdes y la más rubia y abundante cabellera saliendo por la punta del choclo y haciendo notar que la chala le quedó chica a semejante espiga–, es siempre un maizal estimulante. 

Mientras su estímulo sea bueno, todo bien. Pero lo más frecuente es que el estímulo sea negativo, y se descuide uno con la reja, la deje abierta y se entren las vacas a atropellar y comerse el maizal del vecino. Lo más común es que se apegue uno con su bolsa y esta se llene automáticamente de choclos para una tamaleada no prevista. Lo más habitual es que el maizal del vecino se encariñe con la yeguada de uno y le ofrezca voluntariamente el güiro sin que el vecino se entere.

¿No le parece que es muy común esta historia del maizal de al lado? ¿No le parece que sería bueno dejar de sentir envidia por el maizal de al lado? Son tiempos de paz y reconciliación, de desearle lo mejor al prójimo, de reconciliación entre familiares y amigos…y enemigos. Y lo mejor en estos tiempos y en todos los tiempos es cultivar mejor el maizal propio, cultivarse a sí mismo, darse mejor nota, creer en el esfuerzo propio,  eliminar la envidia, comprender que la carrera no es contra los demás sino contra uno mismo.

Ya lo sabe, es tiempo de Navidad, no mire con envidia el maizal de al lado.  Y si no puede evitarlo, y vuelve a ver que el maizal de al lado está mejor que el suyo, a lo sumo mándele a su vecino un mensaje de buena vecindad, sea amistoso y pregúntele si ya colgó sus bolas de adorno, invítelo a su casa y dígale que sin el burro no está completo el pesebre, devuélvale bien envuelta la misma corbata que él le regaló el año pasado, u ofrézcale tocarle el wiwichu a su mujer y proceda: wiwichu a merry crismas, wiwichu a merry crismas, wiwichu a merry crismas an a japy niu yir… ¡Feliz Navidad!

riopalo1962@gmail.com