jueves, 13 de octubre de 2011

ARRANCAMOS...

Como ya sabemos, en toda propiedad rural hay lugares en los que los trabajadores y dueños suelen encontrarse o reunirse para organizar el trabajo del día, o donde se quedan haciendo trabajos distintos y conversando cuando el mal tiempo no los deja salir a la intemperie. Esos son también lugares donde uno se puede echar una siesta, y hasta donde se puede echar algo más como eso que echa el gallo y se sacude, y donde se aprenden muchas cosas. De hecho, el Analista de Bagé, un gaucho de Río Grande do Sul, al que conocí en mis años universitarios, haciendo alusión a uno de esos sitios, dice que “lo que no aprendió en el galpón, lo aprendió atrás del galpón”.

Esos benditos y muy didácticos lugares, sean galpones, establos, pesebres, cobertizos para animales y maquinaria, depósitos de herramientas, almacenes de granos, combustible o agroquímicos, barracones, las punillas de las casas de hacienda, o inclusive árboles sombrosos y hasta hangares de aviones, son los sitios donde todo se sabe o se llega a saber, donde más de la mitad es inventado, y donde se pasa una buena parte del tiempo que, por no estar uno en la ciudad,  está en el campo.

Por esas razones es que esta sección que inauguramos hoy llevará el nombre de El Establo, tal como se denomina también un libro del autor de este blog, publicado el año 2008, y en el que se acopian varias de sus crónicas y cuentos del campo cruceño.

El blog promete ofrecer una adecuada combinación de temas atemporales con temas de actualidad y, dado que el campo no es solo la agricultura o la pecuaria productivas,  se propone también entrar periódicamente en terrenos  como los de la industria forestal, la silvicultura, la pesca y los pesqueros, el paisajismo, la jardinería, el turismo de naturaleza y el turismo rural, las fiestas y ferias de los diferentes rubros productivos, la vida de la gente en ambientes rurales, sus malos caminos, sus casas, sus plagas, enfermedades y malezas, los precios de los productos en el mercado local, nacional e internacional, sus industrias beneficiadoras, su maquinaria e implementos, la investigación, la extensión, la transferencia de tecnología, y un largo etcétera de temas en los que el protagonista principal, el rey, es el hombre de campo, sea macho o hembra, sea sintético o simbólica.

En este blog trataremos de infundir optimismo y ganas de producir respetando el medio ambiente, con una mirada moderna hacia el horizonte, pero sin olvidar las raíces y el pasado. En este blog recuperaremos el ánimo y el orgullo de los productores, tan venidos a menos y tan artificialmente devaluados en los últimos tiempos, y haremos crecer el concepto de que en el campo está el futuro del país.

Si nada se nos cruza, saldremos hasta dos veces por semana, con textos de mesurada extensión, lo que a la vez que nos limitará para tratar en profundidad todos los temas que quisiéramos, a la vez nos permitirá volver sobre ellos, tomarnos un respiro entre una publicación y la siguiente, como para no estresarnos ni estresar al lector al que, más bien, aspiramos ofrecerle un momento de lectura ligera, informativa y entretenida, liviana pero sólida. 

Este blog está dirigido, pues, al hombre de campo o al que, sin asomarse mucho por áreas rurales, se dedica de una u otra manera a la actividad agropecuaria, forestosilvopastoril, ecoturística, pesquera, jardinopaisajística, natural y rural  en esta región de nuestro multidisciplinario, intercultural, plurinacional, etnolingüístico, andinocéntrico,  antropogénico y ultrafolclórico país.

Seguramente que al abrir este blog nos estamos metiendo en un chiribital, o en un berenjenal, o en un uñagatal, elija usted el terreno, pues pretender tratar temas tan amplios como los mencionados, y no solo en el ámbito rural, y hacerlo en un blog con pretensiones seriamente humorísticas es como exagerado, es como meterse en camisa de once varas, ¿no?  Pero así, nomás, somos nosotros, siempre hemos sido extremadamente irresponsables, tanto que nuestra cara de serios y nuestras malas pulgas no lo consiguen negar.  Siempre hemos exteriorizado una audacia que más es reflejo de inocencia o, peor aún, de ingenuidad, que de coraje.  Siempre hemos sido intrépidos, tal como calificó su padre a un amigo que a los once años ya sabía pedalear en su triciclo, y cantaba y bailaba con gracia el “velento, velento, que me lleva el viento”, para la delicia de los amigos del viejo.

En este blog trataremos de ser intrépidos en el deporte extremo de subirnos a los papayos, serios pero no solemnes, deliciosamente chistosos pero no vulgares, optimistas pero no tontos, breves pero no tanto.  Síganos, y se llevará de regalo mucha información técnica, grandes muestras de amor por la tierra, y toneladas de humor del bueno.  Y si le fallamos alguna semana, reclámenos, que seguramente nos encontrará atorados por la tecnología informática, a la que, por no conocerla, le tenemos terror. Pero ya sabemos que el hombre valiente no es el que no le tiene miedo a nada sino el que, aun estando zurrado de miedo, sigue pa’lante con sus ideas e ideales.  Y de esos hombres tratamos de ser nosotros…

riopalo1962@gmail.com